Original en Revista Cuadernos de Pedagogía Nº 409, 2011
Matthew Lipman, creador del movimiento Philosophy for Children (Filosofía 3/18, Filosofía para niños y niñas), falleció el pasado 26 de diciembre. Este breve artículo hace un repaso a las principales aportaciones que el trabajo de este profesor de la Colombia University ha representado para la comunidad de investigación filosófica.
Nacido en New Jersey el año 1923, Matthew Lipman cursó estudios en las universidades de Standfort y Columbia y estuvo dos años en la Sorbona. Tras esta etapa formativa, Lipman empezó a ejercer como profesor de Lógica en Columbia. En sus clases en la universidad, se dio cuenta de que algunos de sus estudiantes tenían problemas a la hora de razonar y de comprender, y se preguntó si no era demasiado tarde para solventar estos problemas. Quizás se debían desarrollar las habilidades del pensamiento crítico y creativo mucho antes de llegar a la juventud. Había que empezar en la infancia.
En 1972, Lipman se instaló en la Universidad de Montclair donde, junto a Ann Sharp, fundó en 1974 el IAPC –Institute for the Advancement of Philosophy for Children–. Este instituto desarrolló la teoría y el currículo, para poder llevar a cabo el proyecto Philosophy for Children.
Más adelante, se creó una institución Internacional ICPIC –The International Council of Philosophical Inquiry with Children– para reunir a todos aquellos que trabajaban en la misma línea, con el fin de reforzar las relaciones entre ellos, proponer nuevas áreas de investigación, patrocinar conferencias y formación. Llegó a profesor emérito y siguió trabajando afanosamente hasta el año 2005 en que empezó a bajar el ritmo.
Por su tenacidad, valentía, intuición y trabajo, somos muchos los enseñantes que estamos en deuda con él.
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2 comentarios:
Es lamentable la pérdida del mentor de la filosofía para niños. Actualmente, me encuentro estudiando, por motus propio, una de sus obras "Natasha: Aprender con Vigotsky".
Se trata de una novela que argumenta las propuestas desarrolladas por los más importantes filósofos y pedagogos de los últimos tiempos, entre ellos Dewey, Mead, Hegel, Piaget, Vigotsky y Davydov.
La novela está protagonizada por una enigmática entrevistadora, Natasha, y el mismo Matthew Lipman como el entrevistado. Los diálogos entre ellos pretenden que los alumnos y profesores piensen de modo más creativo y crítico, para desarrollar el pensamiento de orden superior. Acerca de ello Lipman (2004: 39) refiere que “hay muchos otros tipos de pensamiento, en forma de símbolos distintos de las palabras, y en acciones, como construir o actuar. Pero en el contexto escolar, donde se hace hincapié en saber, razonar y analizar, podemos ejercer más influencia si enfatizamos en el pensamiento verbal. Y por supuesto, eso es lo que la mayoría de los niños espera enfatizar también”.
Además, supone que las ciudades antiguas de Atenas y Florencia alcanzaron la creatividad artística y científica, como resultado del desarrollo de comunidades de indagación, de manera, que el programa curricular de filosofía para niños intenta formar comunidades de indagación en el aula a partir de modelos de comunidades de indagación(Lipman, 2004: 40-42.)
En fin, buscando los libros de su programa de filosofía para niños me encontré con la penosa noticia de su fallecimiento. Si saben en que páginas puedo conseguir el mismo se los agradeceré. Saludos.
Vanesscha (28 años, estudiante del prof. terap. en discapacidades mentales y motoras).
La obra pedagógica de Maththew Lipman resulta interesante para los pedagogos de este nuevo siglo. Su importante aportación nos puede ayudar a entender el sentido de aprender a pensar en las aulas. No es suficiente continuar el modelo de enseñanza-aprendizaje que mira al contenido con celo y fidelidad. Resulta convincente empezar a apostar por la introducción de estas posibilidades que la literatura científica nos ofrece
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