martes, mayo 31, 2005

Me parece familiar

El lenguaje de los y las jóvenes estudiantes que rayan/escriben/declaman sus derechos y sus sueños en las tintas/paredes/papeles de nuestra ciudad, tiene un cierto aire familiar.
A veces desfachatado, con aires pedagógicos, unas cuantas veces panfletario, muchas veces poético.
Apelando a slogans políticos, a máximas morales tradicionales, a la conciencia y a la ética ciudadana.
Ese lenguaje me parece familiar. Tiene un aire de protagonismo, de participación, de educación, de cultura cívica. Tiene cojones.
Además, es un lenguaje de gente inteligente para gente inteligente, es decir, un lenguaje popular.
Un momento de grandes aprendizajes para quienes creemos que otro mundo es posible.

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